Existe en nuestra campiña,
en todas sus latitudes
personajes que por algo
van pasando a la Leyenda.
Este, a quien aquí cantamos
el Kangï, manté lo llaman
y habita por nuestros campos
solo, sin rancho ni prenda.
Cómo andarás gaucho triste,
aporreao por el destino
llevando así tu nostalgia
sin quererla revelar.
Más, admiro tu entereza
que ni el vino ni la caña
hace mella en tu conciencia,
tu consigna, es trabajar.
Fumando cigarro de hoja
rumiando pena se le ve andar,
montando siempre en si zaino
al tranco largo sale a vagar.
Nadie su nombre conoce,
todos lo llaman manté el Kangï,
se ignora de donde vino
y por que causa oikó así.
Kangï, Kangï…
mbaé nde rasï
fue algún amor?
quien alejó de tu vivir
el sonreír.
En los bailes no conversa,
solo la música va a escuchar
en las carreras, si juega
sin comentarios sabe apostar.
En el tiempo de la yerra
por las estancias va a trabajar,
en el manejo del lazo
difícil alguien lo ha de igualar.