Madre de las canciones,
del eco y de los silencios.
Madre de los amores,
de los remansos y el viento.
Madre de los colores
y de las almas que pintan,
que reflejan tu hermosura;
cada trazo una caricia.
Madre de las vertientes,
cuna de nuestra esperanza,
mis consuelos, mis heridas
te entrego en esta alabanza.
Chacarera, chacarera,
para la tierra que espera
que le demos una mano,
tenemos que defenderla.
Madre fecunda que amasas
el pan que comen tus hijos.
Tus manos están cansadas
pero no olvidan su oficio.
Madre hoy tus dolores
paren quimeras sin rumbo,
algunos llenan sus manos,
otros reparten futuros.
Madre que estas llorando,
cómo sangran tus heridas.
Porque no estamos perdidos
quiero cantarle a la vida.
Chacarera, chacarera,
para la tierra que espera
que le demos una mano,
tenemos que defenderla.