Zamba del imaginero

Liliana Herrero

Juan de Dios fue a la madera, 
Por las ramas del rocío, 
Y en el corazón del Chaco, 
Encontró un bosque dormido. 

Con paciencia de quebracho, 
Iba tallando los sueños, 
Y de su imagineria, 
Salía el rostro del pueblo. 

Cuando el vino nombrador, 
Recuerda a Juan de Dios Mena, 
Y su memoria en mi guitarra, 
Que es de sonido y madera, 
Y el árbol que no lo olvida, 
Lo busca en la primavera. 

Que puro y fiero su oficio, 
Hecho de puro silencio, 
La vida andaba en sus manos, 
Y el la tallaba por dentro. 

Se apago, quien lo diría, 
Bajo la luz de Mendoza, 
Y en sus manos detenidas, 
Dormía un bosque de aromas 

Cuando el vino nombrador, 
Recuerda a Juan de Dios Mena, 
Y su memoria en mi guitarra, 
Que es de sonido y madera, 
Y el árbol que no lo olvida, 
Lo busca en la primavera.

870 veces vista