Al parecer, este personaje tuvo su origen en Puente del Inca, Mendoza, y
de ahí, con variantes, se extendió a otros puntos de esa provincia y a San
Juan.
De Puente del Inca se conocen al menos dos versiones. Según la primera,
contada con lujo de detalles por el ingeniero Fidel Roig, se trataría de
un inglés muy bien vestido (de allí su nombre, pues se llama "futre" en la
zona de Cuyo a toda persona que viste de forma elegante) que, tras haber
perdido todo su dinero en la sala de juegos de un hotel cercano a Puente
del Inca, salió vestido de frac en plena noche y se perdió entre los
cerros nevados. Nunca se tuvieron noticias sobre la suerte corrida por
este hombre, pero comenzaron a sucederse una serie de apariciones
fantasmales en las que se lo veía caminar cabizbajo, como presa de una
gran pena.
La segunda versión habla de un humilde trabajador ferroviario que fue
asesinado y luego decapitado por el amante de su esposa en la estación de
Puente del Inca. Algunos aseguran que vaga por la noche cargando su propia
cabeza en una mano y un hacha en la otra, amenazando de muerte a quien se
cruza con él, mientras que otros aseguran que se trata de un espectro
inofensivo.
En ambas versiones hay ocasiones en que el Futre aparece a caballo.
Una de las versiones más difundidas se remite a principios del siglo XX,
momento de la construcción del Ferrocarril Trasandino en la montaña
mendocina, y habla de un personaje inglés elegantemente vestido (de allí
que los lugareños lo llamaran futre) que se ocupaba de los pagos del
personal que trabajaba en la obra. Según relatan, este hombre vestido de
negro con un sombrero de copa, se había instalado algunos días en las
cercanías de la actual villa Las Cuevas para realizar los pagos a los
trabajadores, cuando en plena noche fue asaltado por unos delincuentes.
Los malhechores lo mataron y robaron después el dinero de los pagos.
Cuenta la leyenda que desde aquel entonces, por las noches, este personaje
se aparece a quienes recorren las montañas mendocinas, se acerca, y les
pregunta por sus dineros robados para desaparecer luego misteriosamente en
la oscura noche. El nombre Futre viene del sobrenombre de este personaje,
de apellido FOSTER, actualmente enterrado en el cementerio de Uspallata.
Otra versión, más conocida en el ambiente popular, habla de un trabajador
ferroviario de nacionalidad Chilena, contratado con otros para construir
el trazado del Ferrocarril Trasandino, que luego de cobrar su salario
semanal concurrió como se acostumbraba a un bar (boliche) de la zona para
beber unos tragos. Al salir, totalmente alcoholizado, e incapaz de llegar
a los dormitorios del obrador, se tumbó a dormir al descampado, dejando el
cuello sobre uno de los rieles que se estaban tendiendo.
Desafortunadamente uno de los vehículos de servicio que circulaban
ocasionalmente por ellos pasó en ese momento, seccionando por completo su
cabeza. Aseguran que desde entonces su fantasma vaga en la noche por los
cerros cargando su propia cabeza en una mano, amenazando de muerte a quien
se cruza con él, mientras que otros aseguran que se trata de un espectro
inofensivo que solo clama por un convite.
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