Subarbusto trepador facultativo, de la fam. de las filesiáceas, de tallos delgados, redondos, muy ramificados y de color verdoso (rojizo al secar). Hojas alternas, flores hermafroditas blancas [azahar de monte]; como fruto una baya globosa, rojiza anaranjada, parecida a una cuenta de coral [coral del monte]. Ambas especies son muy pareci-das y crecen con abundancia desde Valdivia a Aysén.
Sus hojas son refrescantes para cualquier inflamación interna. Sus tallos flexuosos y fuertes como el alambre tienen aplicaciones artesanales como escobas, escobillones, sogas para embarcaciones, canastos para exprimir el bagazo de la manzana, cestas, etc. Es, además, según la creencia local, el material con que viste el Trauco; la fibra indicada para hacer cruces que puestas al interior de los ataúdes evita que los brujos extraigan los cadáveres. Se desconfiaba de los costeños que tenían botes negros amarrados con sogas de este material porque se los asociaba a El Caleuche. Las bayas son apreciadas por la Fiura como zarcillos.
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